jueves, 4 de junio de 2009

Nahuelbuta

El Parque Nacional Nahuelbuta es el último refugio de bosque nativo, principalmente Araucarias y Coigües, en la Cordillera Costera del centro sur de Chile. Actualmente esta zona protegida es una verdadera isla de flora autóctona en medio de millones de hectáreas de pino radiata simétricamente plantados por las empresas forestales para abastecer la industria de la celulosa.
Hace algunos días lamentablemente debí visitar a mi ejecutivo de cuentas para refinanciar uno de mis créditos bancarios. Lo anterior aparentemente no tiene ninguna relación con los árboles de Nahuelbuta, pero el punto es que para cumplir con el trámite de repactación debí firmar al menos medio centenar de documentos entre solicitudes de crédito en triplicado, seguro de desgravamen en quintuplicado, opcional de seguro de cesantía, declaración patrimonial, declaración de no participación en sociedades anónimas y un sin fín más que ya no recuerdo. Mi ejecutivo parecía un energúmeno poseído por un éxtasis casi místico imprimiendo e imprimiendo copias de documentos incesamente en su impresora laser que luego me alcanzaba para que yo estampara mi firma con mi mano ya casi acalambrada.
Esta experiencia me convenció de que en la Patagonia, en medio de la Amazonia o en algún lugar de Finlandia o Australia, el Banco Santander debe tener su propio bosque privado con su correspondiente planta de celulosa destinado a proveer del papel necesario para sus operaciones comerciales. De seguro no muy lejos de aquel bosque han intervenido el cauce de algún río con una represa para poder generar la energía eléctrica suficiente para mantener en funcionamiento constante su red de impresoras.
Me parece inaudito que en plena era informática todavía se usen toneladas de papeles que en formato digital podrían ser almacenados en un pequeño disco duro. Algún abogado me dirá que tal vez de acuerdo al marco jurídico actual los documentos digitalizados no tienen validez legal o que se yo que vacío constitucional, pero es allí donde deben actuar por primera vez en forma proactiva nuestros legisladores modificando lo que haya que modificar.
De seguro en estos precisos momentos mi ejecutivo de cuentas debe haber dado la orden de que se plante un árbol con mi nombre, el que va ser nutrido con toda clase de fertilizantes de crecimiento ultra rápido cosa que alcance a ser talado y convertido en papel de aquí a que tenga que pedir un nuevo crédito.
Lamentablemente las Araucarias y Coigües milenarios de Nahuelbuta tarde o temprano terminaran convertidos en un trozo de papel tamaño A4 en el que imprimiremos algún e-mail que un par de horas después arrojaremos al tacho de la basura a no ser que….. disculpen la interrupción pero mi ejecutivo de cuentas me acaba de llamar para avisarme que faltaron un par de documentos por firmar así que debo ir al banco.

3 comentarios:

antonio dijo...

Me encanta
me perderia en mis vacaciones
en esa naturaleza perfecta.
vuelvo.

Raúl dijo...

Una reflexión de lo más acertada. O con tan alta teconología "inventamos" árboles que no se mueran nunca, o inventemos soportes que para los que no tengamos que dañar a los árboles. Una de dos.

pepa mas gisbert dijo...

Dices lo que digo yo casi todos los días, parece mentira que en la época en que estamos, gastemos tanto papel existiendo discos duros en los que cabe todo. Y no hacen los documentos digitales legales, porque no quieren, algun motivo habrá.

Gracias por pasarte por mi casa y como regalo de bienvenida un poema de Carlos Marzal en mi voz, pincha aquí:
pluscuamperfecto de futuro