sábado, 29 de junio de 2013

En Vuelo

Aunque la belleza es un asunto absolutamente subjetivo la gran mayoría coincidirá en que el pavo real es una de las aves más hermosos en tanto el gallinazo, jote o buitre americano es un ejemplar más bien poco agraciado. Pero a la hora de emprender el vuelo la situación se invierte por completo; mientras los vuelos del pavo real se limitan a unos cuantos saltos que le permitan trepar a lo alto de un árbol, ver al gallinazo planeando por sobre los acantilados costeros es una experiencia majestuosa y sublime. 
Bernardita Ruffinelli, la Carrie Bradshaw austral, una vez público en su blog una suerte de ensayo vivencial sobre el porqué los tipos guapos son aburridos bajo las sábanas y los feos resultan ser los mejores amantes. La conclusión era simple: al galán de dientes perfectos se le hacía demasiado fácil la conquista por lo que aplicaba la ley del mínimo esfuerzo, en tanto el clon de Shrek debía demostrar con hechos que había sido la elección correcta. 
Más allá de los temas de alcoba la situación se repite en cada ámbito de la vida, así que cuando tenga que elegir entre un pavo real y un buitre primero véalos volar.

lunes, 24 de junio de 2013

Kotsuña

Fue en tiempos inmemoriales que los Uros llegaron a las tierras altas de América. Allí vieron como el altiplano se teñía de rojo luego de la caída de Tiwanaku. Allí el desprecio xenofóbico de los aymaras, el mismo que estos tiempo después sentirían de mano de quechuas y españoles, obligó a algunos a perderse en las profundidades del salar de Coipasa y a otros a adentrarse en la inmensidad del lago sagrado. 
Hace más de quinientos años que dejaron atrás tierra firme y desde entonces se han dedicado a tejer las capas de sus islas de totora. Flotando sobre el Titicaca han visto pasar por sus costas a incas, luego españoles, a conquistadores y misioneros, a ejércitos revolucionarios y movimientos independentistas, a vencedores y derrotados. 
Aunque han sido súbditos incas, colonia española o ciudadanos del Perú, nada de eso les ha importado ya que desde siempre han sido Kotsuña: la gente del lago.

sábado, 22 de junio de 2013

Higuerillas

Cuando niño como todo buen hijo de familia protestante asistía cada domingo a la Escuela Dominical. Mi maestra se llamaba Cristina Wilkendorf, una mujer que no solo se conformaba a enseñarnos historias bíblicas sino que buscaba afanosamente convertirnos en mejores personas (y espero que lo haya logrado). 
Más allá de conceptos teológicos fue ella, junto a mis padres, la que me enseñó a no tirar basura en la calle, a pedir permiso y dar las gracias, a saludar cada vez que llegas a algún lugar. 
Pero a Cristina también le encantaba subir a esa media docena de pequeños a su viejo Fiat 147 y llevarlos a pasear por la costa de la zona central. Solía llevarnos al sector de Los Lilenes donde podíamos arrojarnos rodando desde lo alto de una duna hasta llegar a la playa, luego pasábamos a comer alguna empanada de camarones y queso a alguno de los puestos del borde costero y terminábamos correteando por la caleta de Higuerillas donde jugábamos entre los botes o hacíamos interminables preguntas a los pescadores que remendaban sus redes. 
Hace años que Cristina falleció de un cáncer fulminante y así como ella se ha ido también lo han hecho buena parte de los lugares donde me llevo a pasear. 
 La duna de la playa Los Lilenes fue removida por completo para levantar allí un complejo inmobiliario, donde estaban los puestos de comida ahora hay un polo gastronómico donde resulta casi imposible encontrar mesa, y buena parte de la caleta de Higuerillas se convirtió en un club de yates aunque aún algo quedó para los pescadores.

jueves, 20 de junio de 2013

Nanúfar

Debió haber tomado en serio el chirrido que salía desde el motor de su viejo Citroën. La correa del alternador optó por cortarse avanzada la tarde y cuando aún le faltaban algunos kilómetros para llegar a Valdivia. 
Lo bueno es que mediante un conocido pudo conseguir una grúa, lo malo es que no vendrían a remolcarlo antes de tres horas. 
En parte para matar el predio de la espera y en parte porque necesitaba evacuar líquidos, cruzó la carretera y se internó entre unos matorrales hasta llegar al borde de un lo que a primera vista parecía un horrible pantano. 
En la medida que sus ojos se acostumbraron a la poca luz notó que en realidad era un pantano de amenazantes aguas más negras, pero también notó que en ese poco grato lugar florecía el más grande jardín de nenúfares que alguna vez haya visto o imaginado. 

 (Basado en una historia muy real).

martes, 18 de junio de 2013

Texturas

En principio una buena fotografía depende de una buena luz, pero a la práctica lo que realmente necesita es una buena sombra. Si los fotógrafos prefieren hacer sus fotos temprano en la mañana o pasada media tarde es justamente porque la luz cae en forma lateral generando sombras más alargadas y profundas que ayudan a hacer notar mejor la textura de los objetos. 
Con las personas no es distinto, conocer solo los éxitos y puntos luminosos de alguien resulta plano y monótono. Lo que realmente nos permite conocer a otro, ya sea en lo sentimental, amistad o relaciones laborales, es ver también sus fracasos, sus defectos y sus áreas oscuras, eso nos ayuda a saber realmente de que esta hecho dicho sujeto. 
La próxima vez que conozca a alguien, por la razón que sea, voy a indagar más en sus sombras a fin de cuentas las luces siempre están a la vista.

domingo, 16 de junio de 2013

Horcón Eterno (Republicación del 05/09/09)

Horcón es un pequeño poblado atrapado en el abrazo entre los cerros costeros y el Océano Pacífico, nunca mencionado en los folletos de las agencia de viajes, ignorado por el turismo masivo, congelado en el tiempo de la revolución de las flores, uno de aquellos lugares mágicos a los que siempre se desea volver y quizás esto último sea su mayor desgracia.Hacia mediados del siglo pasado Horcón era una humilde caleta de pescadores artesanales sumidos en la cruda pobreza y prácticamente aislados debido a las dificultades de acceso; y hubiera seguido así de no ser descubierto a mediados de los sesenta por la versión chilena de los poetas beatnik que encontraron allí un lugar de retiro e inspiración, estos mismos años después convertidos en su mayoría en profesores universitarios trajeron a sus alumnos transformando al lugar en la capital del hipismo en Chile. Los pescadores miraron con simpatía que su caserío se llenará con la música de Joplin y Hendrick, las casas se vistieron de colores psicodélicos y las playas ocultas se convirtieron en el lugar ideal para la práctica del amor libre, así a mediados de los setenta en Horcón se entremezclaba la venta de los productos del mar con la comercialización de artesanía hippie. Entre los nuevos y antiguos habitantes de la caleta se creó una productiva simbiosis, los artesanos atraían a los visitantes que buscaban paz y amor y los pescadores se encargaban de alimentarlos en sus restaurantes, trato solemnemente sellado con el habitual trueque de pescados por pitillos de marihuana.En los años ochenta Horcón fue el único sitio en Chile olvidado por los servicios de inteligencia del régimen militar quizás por considerar a sus habitantes unos pacifistas poco peligrosos. Fue en esta época que lo conocí. Solamente allí podía entonarse a viva voz al calor de una fogata canciones de los prohibidos Víctor Jara, Silvio Rodríguez o Jean Manuel Serrat sin que un piquete policial llevara detenidos a los concurrentes. Para visitarlo bastaban solo las ganas y una tienda de campaña pues siempre habría un vecino amable dispuesto a prestar su patio y compartir de su agua e incluso su comida. A pesar de que el olor a marihuana llenaba el ambiente y de que la venta de alcohol era la principal actividad económica puedo decir con certeza que la caleta era uno de los lugares más tranquilos y seguros en el cual se pudiera estar.Llegaron los noventas y ya en democracia el lugar evolucionó en un refugio de hiphoperos y cultores del grunge que buscaban un sitio donde aislarse de la avasalladora invasión del pop.Pero como es lógico suponer muchos de los hippies de los setenta, los contestatarios ochenteros y los alternativos de finales de siglo crecieron, abandonaron sus jeans gastados y sus camisas leñadoras y se convirtieron en médicos, abogados e ingenieros, pero nunca se olvidaron de Horcón y desearon volver, ahora con mayor poder adquisitivo y acostumbrados a otras comodidades, así las playas solitarias y las cimas de los requeríos se llenaron de edificios de altura y condominios privados.Irónicamente en la playa Los Pelicanos ahora abundan los letreros de “Se prohíbe hacer fogatas” puestos allí por orden de los mismos que años atrás se amanecieron cantando al calor del fuego; los mismos que se aventuraron a descubrir playas inexploradas ahora niegan el acceso a las mismas; los mismo que un par de décadas atrás pidieron permiso a algún campesino para acampar en su terreno ahora llenan sus propiedades con rejas, alarmas y circuitos de vigilancia.
Quizás han querido en alguna medida proteger a la caleta del turismo invasivo pero al hacerlo han alterado su esencia, quizás la han querido salvaguardar de la delincuencia pero al hacerlo solo la han atraído porque para los amigos de lo ajeno si alguien convierte su casa en una fortaleza es porque algo de valor hay en ella, quizás han querido reservar el recuerdo de sus días de juventud idealista sólo para ellos y no están dispuestos a compartirlo con otros, quizás pueden haber muchos.
A la vuelta de los años lo único que ha permanecido inalterable en Horcón han sido sus habitantes originales: los pescadores, iguales en sus faenas, iguales en su miseria, iguales en su humildad, iguales en su cordialidad.

viernes, 14 de junio de 2013

Neptuno y Anfitrite

Después de beber un par de copas en el ondero bar Mamboleta ambos se detuvieron frente a la fuente de Neptuno y Anfitrite en la entrada norte del Cerro Santa Lucía. 
Aunque la velada ha sido grata y aunque se conocen desde niños, Isabel aún no entiende del todo porque el hijo del antiguo patrón de su madre invita a salir a la hija de su antigua nana. Además hacía un par de años que no se veían, desde que su mamá dejó de trabajar en aquella casa casi a la vez que Patricio se marchó al extranjero a estudiar biología marina. 
Sin apartar la vista del reflejo de las luces en el agua el joven le cuenta que un día Neptuno sorprendió a Anfitrite bañándose desnuda en el mar. En ese momento cayó enamorado de la ninfa pero esta desconfiando de las pretensiones del dios huyó hasta el otro lado del mar. Entonces el señor de los océanos le pidió a un delfín que buscara por doquier a la muchacha y la convenciera de aceptar su amor. El delfín así lo hizo, Anfitrite aceptó los cortejos de Neptuno y este último recompensó a la criatura marina otorgándole una constelación en los cielos. 
Al terminar de contar la historia el joven sacó de su bolsillo una pequeña caja, en su interior se encontraban dos aros de plata con la forma de un delfín. Patricio se los obsequió a la muchacha contándole que los llevaba consigo desde la vez que una noche en secreto la vio bañándose desnuda en la piscina de la casa de sus padres.

miércoles, 12 de junio de 2013

Cordillera Abstracta

Cordillera de sal, lecho de mares olvidados, 
Origen de vida, camino de muerte, 
Forma abstracta, infinidad perfecta, 
Frío glaciar, calor de averno 
Duro descanso del Atacama, 
Medio camino del mar a la puerta del sol, 

En tus rocas el likanantay plantó sus fuertes, 
En Socaire y Toconce, donde se habló el Kunza, 
Llamó padre a Licancabur y abuelo a Tatio, 
Llamó hermano al Humahuaca y al Colla, 

 Por tus sendas blancas llegó la cruz, 
Por tus sendas negras llegó la espada, 
 Baluarte de valientes, pukará caído, 
Ocultaste el verdor para que no lo robaran, 
Te vestiste de rojo, ocre y violeta 

Cordillera de sal, origen de vida, 
Forma abstracta, frío glaciar. 


 LSM

lunes, 10 de junio de 2013

Titae

En la formación de Los Tres cada integrante aportó un mundo distinto: Alvaro Henriquez trajo el garaje, el rock duro propio de los locales penquistas que hicieron que en una época Concepción fuera considerado el Seattle del Pacífico Sur; Ángel Parra trajo la peña, la música folklórica heredad de su condición de nieto de la gran Violeta Parra; y Roberto Titae Lindl la cantina, la canción desgarradora de los bares de Talcahuano, el bolero, el balsesito y el jazz huachaca. 
Pero quizás uno de los más grandes aportes de Titae ha estado en rescatar el trabajo de esos “viejos lindos” que por décadas han amenizado las noches de bares como El Cinzano de Valparaíso. Gracias a su labor las nuevas generaciones han conocido los nombres de Carmen Corena, José “Pollito” González, Nelly Sanders, y tantos otros. 
Si Ry Cooder en su momento nos trajo la riqueza de Buena Vista Social Club, en Chile Titae se ha encargado de hacer lo mismos con las glorias de nuestras cantinas y clubes.

sábado, 8 de junio de 2013

Trío

El amor es cosa de dos pero la amistad usualmente viene en tríos. 
En la básica el trío de compinches lo conformábamos Alexis, “el Novoa” y yo; en el barrio mis compadres eran “el Cabezón” y Pepe, en la media “el Negro” y el Chino”, en mis correrías juveniles Waldo y Esteban, en cierto trabajo Leo y Allan, y así la lista continua con una infinidad de trium viratos en los distintos ámbitos de la vida. 
La amistad en trío tiene sus ventajas: es difícil enojarte con tus dos amigos, normalmente lo haces con uno y el otro actúa como mediador; si hay algún desacuerdo de ideas siempre habrá uno que dará el desempate; también usualmente existe uno más alocado, otro más prudente y el tercero que marca el punto medio; y por sobre todo cuando te caes es más fácil que te levanten entre dos personas, no en vano versa el proverbio “cordel de tres hilos no se rompe”. 
De seguro los de la foto son un trío de compinches que decidieron descansar su farra en la rivera del Calle Calle.

jueves, 6 de junio de 2013

Caballo de Totora

Durante milenios los antepasados de Daniel han navegado el Lago Sagrado en sus caballos de totora. Así también lo hizo su abuelo, el que le enseñó a construir su propio navío, y su padre, el que le mostró los secretos de las corrientes del gigante azul. 
Ha visto y conoce bien esos rápidos botes rígidos con motor fuera de borda y esos enormes catamaranes, pero Daniel prefiere su embarcación milenaria porque más allá de la velocidad o la comodidad lo que realmente le importa es vivir en armonía con los espíritus que habitan las aguas del Titicaca

martes, 4 de junio de 2013

Dunas Cantoras

¿Sabían ustedes que las dunas cantan? 
Ese canto solo es perceptible en el silencio del desierto y puede ser escuchado desde kilómetros de distancia. 
Pero el canto de todas no es el mismo. Por ejemplo en Marruecos las dunas cantan en SOL# en tanto en Chile lo hacen en FA. 

 (El canto de las dunas es un hecho real y comprobado lo mismo que el tono en el cual emiten su sonido)

domingo, 2 de junio de 2013

Carelmapu

Ana María era la chica linda y lista del pueblo. Tan linda y lista que su destino parecía estar lejos de allí. Fue primero la enfermedad de su madre y un trío de hermanos pequeños por cuidar lo que la obligó a permanecer cocinando al borde de una estufa de leña durante los lluviosos inviernos australes. Luego vino un embarazo no planificado, un matrimonio temprano, y el resto es historia. 
Roberto y Ricardo fueron desde niños el dolor de cabeza de sus vecinos. Para ellos el futuro era mucho más claro. Si hacia el norte los hijos de familias de escasos recursos en las zonas rurales nacen con un arado bajo el brazo, en Carelmapu lo hacen con una escafandra. 
Los tres se conocieron en el bus que a diario los trasladaba a Puerto Montt durante sus años de secundaria. Ricardo era más apuesto pero ese saberse guapo lo hacía en ocasiones ser un tanto descortés, eso ayudó a que las constantes atenciones de Roberto terminaran por ganarse el corazón de Ana María. 
La rutina es siempre la misma, levantarse al alba, atizar el fuego, servir desayuno a los suyos, despachar a los chicos a la escuela, abrir las puertas del pequeño puesto que surte de café, sándwich y golosinas a quienes se acercan a la costanera. Hacia el mediodía es reemplazada por su cuñada, entonces cruza la calle en busca de Roberto. En un ceremonial casi diario empuja la silla de ruedas hasta llegar la plataforma del muelle pesquero y una vez allí tan solo espera. 
En pocas ocasiones su esposo se ha referido al accidente. Se encontraba a uno diez metros de profundidad buscando una esquiva colonia de erizos entre unos roqueríos, al parecer la manguera surtidora de oxígeno se enredo en las rocas y terminó por desprenderse. Roberto inútilmente trató de reconectarla y aún sabiendo las consecuencias en un acto casi reflejo soltó su cinturón de plomo, era arriesgarse con el mal de presión o morir ahogado. El poco aire presurizado que quedaba en sus pulmones bastó para hacerlo volver a la superficie con una velocidad inusitada, luego de ello solo recuerda un dolor agudo y la sensación de que sus arterias, pecho y cabeza fuera a explotar. 
Tan solo despertó una semana después en el hospital de Ancud, o más bien tan solo despertó la mitad de su cuerpo. Pero a pesar de estar inmovilizado de la cintura hacia abajo Ana María lo siguió amando, pero a pesar de seguir amándolo Ana María siguió siendo mujer. 
Ambos conversan de sus hijos y comparten un par de cigarrillos hasta que los barcos comienzan a aparecer entre la niebla. Sus ojos buscan distinguir entre ellos al “Catalina” y en su proa la figura de Ricardo erguido cara al viento. 
Con una mezcla de amor y culpa Ana María agradece que su cuñado amante regrese sano y salvo. Roberto también lo agradece porque esa mismo amor y culpa la mantienen a su lado.