miércoles, 7 de enero de 2015

Columpio Austral

Da lo mismo si es un parque en el barrio alto de Santiago, una plaza en un cerro porteño, un pueblito en el altiplano, un potrero en medio del campo o una pequeña playa pérdida en los fiordos. Con sólo un par de cordeles cualquier niño puede ser feliz.

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